Camping Regio

Nos alojamos en el Camping Regio dos noches en noviembre. La calificación de primera clase del camping y el precio de 25 euros por noche nos parecieron excesivos, ya que la mayoría de las instalaciones estaban cerradas. Las obras habían provocado la falta de servicios básicos. No había duchas para mujeres, por lo que tuvimos que compartir el baño de hombres. Peor aún, no había desagüe para los inodoros. Nos indicaron que usáramos el desagüe de aguas grises. Los campistas familiarizados con esta tarea pueden imaginar lo inapropiado que fue.

El camping ya no es una llanura arenosa. Regresamos porque el restaurante era excelente en nuestras visitas anteriores y la carta era muy variada. Hoy comimos en el restaurante. La carta ha cambiado por completo; ya no hay platos de pescado. Ahora la pizza es la opción más común. O la carta es muy reducida. Pedimos pollo con patatas fritas y ensalada. El pollo tenía trozos fríos y las patatas fritas estaban viejas y recalentadas. Por suerte, el postre lo compensó un poco.

Plazas amplias sobre césped/arena algo descuidado. Las instalaciones sanitarias están bien, un poco anticuadas. Camping de 3-3,5 estrellas. El autobús 20 para delante del camping en dirección al centro de Salamanca. Tomé un taxi de vuelta, sin problema, 12 €.