Camping de La Brise

Un camping bien ubicado para explorar la Camarga en un paseo en bicicleta con baches por aguas llenas de flamencos (las rutas ciclistas podrían estar más despejadas). La playa está a 8 km (sin servicios), y se pueden avistar flamencos en esa ruta. El camping parecía un poco descuidado, grande e impersonal. Está literalmente destrozado, con poca protección contra el viento y la arena. Es mejor comprar pan en la panadería de la esquina; es más sabroso y barato. Los sanitarios se limpian a deshoras, y el pueblo es poco acogedor.

Un camping muy caro; pagamos 36 € por una noche en temporada baja. Los sanitarios están anticuados y huelen mal. El registro es un rollo, lo que resulta en una larga cola y un personal antipático. En resumen, no lo recomiendo.

¡Qué camping tan horrible! Primero, haces cola eterna para registrarte, y luego te dan una plaza ya ocupada, así que tienes que hacer cola de nuevo. Hay que pagar una fianza de 10 € para la puerta de la playa; solo tenía 20 € y se suponía que me los devolverían al irme. Luego no encontramos nuestra nota, y pudimos despedirnos de los 20 €. El agua de fregar estaba tibia, y no parabas de pulsar el botón de las duchas.