Gran prado verde, idílico al borde del bosque. Pasaban muy pocas cosas y el prado estaba seco. Hay electricidad y agua, también eliminación de residuos, que no probamos. Pagamos 11 euros por dos personas y una furgoneta. Ducha y WC muy buenos y limpios, pero solo una vez para hombres y mujeres. La señora de la casa de recepción hablaba alemán. Tenía una buena comida en el restaurante de al lado.
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