25 euros un poco caro. Recepción amistosa con "¡Guten Tag!" Ahí terminó el alemán y tampoco funcionó el inglés. Las palmeras son geniales. Todas las mañanas el vecino hacía ruido entre las 6 y las 7 con un tractor. Probablemente quiere asustar a los campistas, no hay otra razón aparente porque solo hace ruido y luego se va a trabajar. Playa (separada por carretera) llena de algas y poco apetecible. Todo envejece en la cancha. ¡Sin WLAN!
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