Desafortunadamente, no leí que los perros no son bienvenidos aquí, por el motivo que sea. Esto es de aceptar, pero no la actitud condescendiente de las damas y caballeros de la recepción, que dicen que si no sabes leer es culpa tuya. El "caballero" de la recepción me siguió hasta el coche y me despidió con un beso. Una estrella por esta BONDAD. Nunca más, ni siquiera sin perro.

Llamé el sábado para ver si había sitio y tuve que volver a llamar al día siguiente. Al día siguiente llamé y la recepcionista me preguntó a qué hora llegaría el lunes, le dije que podríamos estar allí alrededor de las 11 a.m., eso estaba bien. Cuando llegamos nadie había pagado todavía, así que no había espacio. Bueno, gracias Camping Serenella, ¡nunca más nos verás aquí!