Da una impresión deteriorada y abandonada. Cuando llegamos no había nadie por ningún lado. Luego simplemente estacionamos detrás de la casa. Hacia las 18.30, una mujer que no hablaba francés ni nada parecido vino y cobró 50 dirhams. Ubicación muy tranquila. Hay una pequeña tienda en el pueblo. Y una cafetería delante de la N12 donde también puedes tomar una tortilla.
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