Es un shock al llegar. Un granero al borde del colapso. Una zona permanente con caravanas y otras ruinas a punto de derrumbarse. un sitio de casas móviles para trabajadores migrantes directamente adyacente al campamento. El castillo no parece albergar un restaurante. Sorprendentemente, detrás de esta miseria se esconde una zona turística con bonitas y espaciosas plazas entre setos. Excelente edificio sanitario con buenas duchas ilimitadas. 22 euros en octubre
lees meer