Casa Feteira

Un sitio agradable, ¡pero caro! Tranquilo, aunque se oye la autopista. La electricidad es débil e intermitente. No todas las parcelas tienen toma de corriente, así que hay que usar alargadores. La ducha y el inodoro están bien, pero deberían limpiarlos más a menudo porque hay pelos en el desagüe y en la jabonera (aunque, claro, también es culpa del dueño de la caravana). No es apto para caravanas muy grandes.

Después de pasar la recepción y el restaurante, nos adentramos directamente en un olivar de 3.500 árboles. Seguido con las cejas levantadas por Philip, el muy amable y servicial gerente de todo el complejo. Con 20 espacios muy amplios entre los árboles, con conexión eléctrica y excelentes instalaciones sanitarias, este es un excelente lugar. La visita de Philip a la producción es algo que "siempre hay que hacer". De carácter educativo y aporta una nueva perspectiva sobre el aceite de oliva virgen y virgen extra de calidad.

Un lugar encantador, gente muy amable, rincones preciosos entre olivos, y para rematar, una visita guiada (gratuita) muy interesante a la almazara. Aprendimos muchísimo. Lo recomiendo totalmente.