Nos alojamos aquí una noche. Normalmente hay que pararse en el aparcamiento, pero éste está completamente dividido. La recepcionista tenía otro lugar en lo alto del prado. Estaba un poco inclinado, pero qué vista tan tranquila. Por la noche también disfrutamos de una deliciosa comida en el hotel. Si no tiene grandes demandas de electricidad y otros asuntos, esto es sin duda recomendable.
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