Hasta ahora, todo bien. El cartel ACSI está expuesto en gran tamaño en la recepción, pero no se acepta la tarjeta, a pesar de la temporada baja. La membresía es demasiado cara. También se añaden la electricidad y el impuesto turístico, lo que resulta bastante caro en relación con el rendimiento. Al parecer esto simplemente se paga por falta de alternativas.