Qué lindo y hermoso lugar para quedarse. Desde aquí salen muchas rutas bonitas en bicicleta y a pie. El amable dueño vino a regalar a todos un plato de queso de bruja y ensalada de huevo de “Johma uut Twente” en Pentecostés. ¡Qué maravillosa sorpresa! ¡Definitivamente vamos a volver!