Solo hay un espacio de estacionamiento normal frente al restaurante, pero de fácil acceso con un remolque. El dueño es muy amable y la comida es de primera. Estaba muy tranquilo durante la noche.

Con demasiada empinada y demasiado estrecho para llegar allí. Salimos de nuevo inmediatamente. Afortunadamente, tenemos una pequeña caravana, de lo contrario no lo haría. Debemos apuñalar varias veces a salir de nuevo.