Cuando llegamos alrededor de las 6 de la tarde, muchas zonas pavimentadas no estaban ocupadas. Sin embargo, conseguimos un lugar improvisado en un campo pantanoso donde ya estaban atrapados varios campistas. Según la amable señora de la recepción, todo estaba reservado por las personas que vendrían esa noche. Por supuesto, eso resultó ser una tontería. La plomería estaría bien si el agua caliente estuviera tibia y el inodoro limpio. Había caca por todas partes. Costes: más de 30€
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