Estuvimos allí a mediados de agosto. Por la tarde, 1 campista (residencial), por la noche éramos 5, por lo que no estaba ocupado. Pequeño pueblo auténtico, pero todo está ahí: restaurante, bar con épecerie. Las monedas también están disponibles aquí para llenar con agua. Atención, cerrado de 12.30 a 15 hs. El monasterio cercano merece la pena, sobre todo por su ubicación.
lees meer