Cuando llegamos aquí, todas las parcelas para autocaravanas estaban ocupadas por turismos franceses. Por suerte pude conseguir una plaza al poco tiempo. Precioso lugar junto al canal en un pueblo donde no hay nada que hacer. Junto a las parcelas hay un edificio de aseos para los campistas.

La ubicación es hermosa, con buenas perspectivas, como se informó, sin embargo, está totalmente arruinada por un horrible olor a aguas residuales que emana de un tanque de retención ubicado a pocos metros del área de estacionamiento de vehículos recreativos. ¡Es totalmente repugnante!