He estado aquí por tercera vez y estoy entusiasmado por tercera vez. Parcelas amplias, instalaciones sanitarias impecables, verduras de nuestro propio huerto, si las hay, y una deliciosa baguette fresca todos los días. Carole es una anfitriona fantástica, nada es demasiado para ella. Las reservas parecen (desafortunadamente) imprescindibles. El camping dispone sólo de 11 parcelas (muy grandes). La vista del Mont Ventoux es hermosa y las posibilidades para andar en bicicleta parecen infinitas.
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