Filippe y Mónica son muy hospitalarios y serviciales. Bollos de pan todas las mañanas. Agua, electricidad y drenaje en el sitio. Piscina, césped, estanque, amplios espacios de gravilla. Y por supuesto la gran vista. Detrás del camping, cuesta arriba, es posible pasear al perro entre almendros, olivos y plantaciones jóvenes de uvas. Muy céntrico para visitar varios lugares de interés. Se puede llegar a todo en 1 hora. Primer puesto