Pensamos que era un desastre y seguimos conduciendo con gran disgusto del gerente, quien expresó su disgusto mientras gritaba.
No hay desorden, la hierba está un poco más larga de lo habitual porque la lluvia ha impedido el corte regular, no hay desorden, no hay basura. Entrar y salir sin verificar qué instalaciones están disponibles (en su mayoría ocultas a la vista) y no verificar en la recepción está mal visto.