Situado detrás del camping del mismo nombre. Yo fui el primer y único visitante. El agua no es potable, pero el dueño me dio una botella de agua potable, recogió 9 mandarinas y 3 limones de sus árboles. Pedí un electricista y lo conseguí en su casa. Gente muy agradable a la que le gusta charlar, pero sólo italiano. Nos reímos mucho con Google Translate como intérprete. Me despidieron amablemente y pagué 20 euros por 2 noches.
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